EL OVILLO DEL GOBIERNO
DANTE N. PINO ARCHONDO
El primer ovillo, es el Triunvirato: Arce, Choquehuanca y
Morales. Son tres cabezas que no piensan igual. Arce sigue siendo el chico del
mandado, Choquehuanca el indio flojo creador de cuentos aimaras y Morales el arquitecto
del retorno al Palacio. Sus objetivos van por cuerda separada y esto arroja un
gobierno sin gobierno.
El segundo ovillo, es la economía. Mientras el descontento
social crece, las demandas se multiplican; pidiendo al Estado lo que ya no
puede darles. La eterna historia boliviana. Depender de la explotación de sus
materias primas, de los precios de los mercados internacionales, con sus alzas
y bajas, que sostienen la cuerda de la sujeción nacional. El último ciclo duró
del 2006 al 2014 y fue por sus características el más importante de los últimos
60 años, sostuvo al presidente Morales por 14 años, algo similar tuvo el
general Banzer de 1973 a 1978, con el precio del petróleo, que le permitió
durar un septenio.
En ambos casos, los ingresos se dilapidaron y la situación
estructural de la economía no varió. Lo que demuestra científicamente que la
dependencia no es el resultado de la sujeción externa, sino de la corrupción
interna.
El presidente Arce como ministro de Economía conoce el ciclo
de la bonanza, pero ahora en calidad de presidente le tocó el del infortunio,
de la carestía. Quiere gastar como antes, pero no tiene los ingresos de antes. Entonces
recurre a la mentira para convencer que todo lo que le sucede es culpa del
gobierno transitorio.
Con la complicidad de Evo Morales, se inventa un golpe de
Estado. Es el tercer ovillo. El golpe encubre el fraude. La única manera de
hacer esto es judicializando el escenario nacional. Otra vez octubre. Igual que
el año 2003, cuando se derrocó a Sánchez de Lozada. Las victimas pasaron a ser
victimarios y viceversa. Evo Morales fue víctima, acusador y juez en el juicio
al presidente Sánchez de Lozada, su Alto Mando Militar y su gabinete. Repite lo
obrado con la señora Añez, su Alto Mando Militar y sus ministros de Estado.
Pero ahora es diferente, esta película ya la vimos. Al
principio la ciudadanía se comió el cuento del genocidio y del neoliberalismo
matando para enriquecerse a costa del pueblo. Ahora nos cuentan que el
genocidio fue para derrocar a Evo Morales el defensor de los humildes y del
pueblo explotado. Con este ovillo quieren tapar el enredo económico, ocultar su
impacto social y mostrar una imagen internacional distorsionada.
Tenemos un gobierno entrampado en su propia hechura.
Asfixiado por su propia anorexia institucional, por sus desacertadas políticas
económicas, no tiene salida, esto es lo que la oposición política debe evaluar
y actuar en consecuencia.
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