Tanto se dice de todo y tantos
opinan sobre el tema que para el ciudadano de carro o de a pie, la ley de “ganancias
ilegitimas y financiamiento al terrorismo” se ha convertido en un verdadero “chenko”.
En realidad, es muy simple, si se
quiere actuar de buena fe. Debemos tener una ley que establezca con meridana claridad,
cuándo un juez y nadie más, puede autorizar la investigación de cuentas bancarias,
en los procesos legales abiertos y relacionados con tipos penales que ameritan
esa decisión. Así de simple.
Lo que viene haciendo el gobierno
es tener una ley, por la cual, se otorga facultades a funcionarios públicos,
que no son jueces, para que, ante sospecha o denuncia ellos puedan iniciar una
investigación a ciudadanos que no tienen procesos judiciales, eso se llama
control político social.
La repulsa ciudadana tiene
sentido. Mucho más si el sistema judicial en su totalidad está cuestionado y no
goza de la confianza social. En un mundo donde los jueces son soldados del
gobierno a su disposición, donde los fiscales son instrumentos baratos de uso
higiénico por el gobierno, donde la Policía sirve de soporte activo a la
infamia establecida como sistema, la ley más pura y prístina no sirve de nada.
El meollo del asunto está centrado
en el origen, composición y ejecución del sistema político que nos gobierna. Desde
hace 14 años, tenemos un grupo de personajes relacionados con el crimen
organizado, que han constituido un instrumento político como plataforma para
desarrollar sus actividades de contenido ilegal y criminal. Si esto no se
entiende, es muy difícil explicar lo que viene sucediendo porque se mezcla la
ley con el delito, se relativiza la conducta delincuencial y se establecen
modelos autoritarios y dictatoriales como factores de representación social que
defienden a los pobres contra los ricos, al pueblo contra la oligarquía y a la
nación contra el imperialismo.
Esta es la cobertura o escudo protector
del que se vale el crimen organizado para perseguir, procesar, encarcelar,
exiliar o asesinar. El crimen organizado está sustentado por la producción de
la coca y sus derivados. Todo su accionar responde a la necesidad de controlar
su proceso de producción, expandir su mercado y establecer condiciones
políticas y territoriales que le permitan crecer.
La urgencia con la cual están
promoviendo procesos políticos en la región es parte fundamental de este
esquema. Cuba como la autoridad intelectual y material junto con Venezuela,
conforman lo que se conoce como castro-chavismo, fuente ideológica y económica
del crimen organizado. Bolivia, Nicaragua y Perú como satélites estratégicos cuya
función es lograr encaramar a sus pares en el gobierno de México, Argentina,
Colombia y Ecuador. Como se puede ver, el esquema es enorme y tiene una
dimensión geopolítica gravitante en la región.
Con este razonamiento expuesto
resulta fácil comprender, la exportación del instrumento político masista hacía
el Perú y la Argentina, denunciado en los últimos días. El apoyo indisimulado
de los gobiernos de México, Argentina y Bolivia a Cuba, Venezuela y Nicaragua,
el llamado de Lula Da Silva desde el Brasil convocando a la defensa del Foro de
Sao Paulo, la ofensiva en contra de la permanencia de la OEA, la uniformidad
legal en el control político de la sociedad y el fortalecimiento de relaciones
internacionales con Irán, China y Rusia.
Se vienen promoviendo acciones “legales”
para amnistiar selectivamente a quienes el gobierno considere necesarios, imponer
el control político con leyes disfrazadas, consolidar la figura del golpe de
Estado en octubre 2019, y proceder al recambio gubernamental y el retorno
urgente de Evo Morales al gobierno, para garantizar el proceso de expansión
regional. Es que los tiempos y plazos para el retorno de Morales parecen
acortarse irremediablemente. Lo cual los está llevando a cometer errores por la
prisa con la que desatan demonios por todas partes.
Como dijo Evo Morales: en Bolivia
no se discute nada, se ejecuta “la línea” política que se decide en Cuba y Venezuela
sin chistar. La instrucción para que se acelere su retorno esta dada y en consecuencia
eso es lo que se está haciendo.