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miércoles, 2 de agosto de 2023

UNA ORGANIZACIÓN CRIMINAL LLAMADA MAS

 



DANTE NAPOLEÓN PINO ARCHONDO

Hace 17 años venimos siendo “gobernados” por una organización criminal denominada Movimiento al Socialismo, Instrumento político por la soberanía de los Pueblos. (MAS IPSP)

Esta afirmación ha recibido la aceptación de unos pocos ciudadanos y la incomprensión de muchos, que no miran lo que pasa con objetividad y toman los sucesos diarios como algo que forma parte de la vida política nacional. Y no debiera ser así.

Según el Código Penal boliviano, una organización criminal es una asociación organizada de manera permanente, con reglas de disciplina y control destinada a cometer delitos. Entre ellos: destrucción o deterioro de bienes y riqueza nacional, legitimación de ganancias ilícitas, fabricación o tráfico de sustancias controladas.

Todos estos ilícitos han sido cometidos por el MAS. Si hay algo que lo caracteriza, es que tiene bajo su estructura de mando el control sobre la presidencia del Estado Plurinacional, ministros de Estado, Asamblea Nacional, Tribunal Electoral, Contraloría y Procuraduría del Estado, Jueces Magistrados, Tribunal Constitucional, Fiscal general, Mandos Militares y Policiales.

 

El MAS es una actividad que ha logrado reunir en sus tentáculos a los dirigentes de los sindicatos corporativos de mayor importancia nacional: mineros, petroleros, gremiales, campesinos, contrabandistas y empresarios nacionales.

Todos ellos involucrados en la ejecución de tareas que no reconocen el imperio de la ley y actúan por instrucciones políticas directas de los niveles de Estado.

Analistas sociales, políticos y periodistas tratan de desvirtuar esta realidad enmascarando sus reflexiones con argumentos de forma relievando las elecciones o los poderes del Estado en función formal-operativa, y los cumplimientos con que se inviste el Poder, como demostración de que existe Estado de Derecho.

Pero si escarbamos un poco la superficie de la realidad que se nos quiere mostrar, encontramos hechos que no pueden ser disimulados por mucho barniz que se use, como la violación sistemática de la Constitución que ellos mismos fabricaron con intervención de manos extranjeras, a punta de cuartel y con un congreso que se atribuyó facultades que no tenía, para convertirla en realidad jurídica.

El uso de esa constitución que dio paso a la reelección presidencial, llevando al MAS hasta el paroxismo de deformar los derechos humanos, de obligar al Tribunal Constitucional a legalizarlos y de cometer un fraude electoral, convertido en golpe de Estado.

¿No es propio de una mente criminal planificar y ejecutar todo esto?

Desde la fundación de la república- que nos ha dado ejemplos variados de conductas políticas atrevidas - nunca hemos tenido este grado de desprecio por la ciudadanía y su sometimiento.

Perseguir, encarcelar y denigrar a la persona, negándole sus derechos procesales, como se hace con la señora Añez, el gobernador Camacho, y ciudadanos que ocuparon funciones públicas, de manera abierta, cínica y prepotente, es propio de una organización criminal que ejecuta acciones de manera planificada y dirigida.

El uso de bienes y recursos del Estado como si fueran propiedad del MAS, sin fiscalización, evaluación y rendición de cuentas públicas, con los cuales han expandido la corrupción en las instituciones del Estado de manera exponencial, significa el golpe más duro que la economía nacional ha soportado desde su creación.

No es necesario, para el propósito de esta nota, dar cifras, lo importante es señalar los hechos: empresas públicas creadas al calor ideológico y no económico, obras financiadas con crédito externo que no existen, carreteras para expandir el narcotráfico por áreas reservadas, edificios millonarios para uso político y regalos suntuosos a dirigentes sindicales.

Mientras nos mantenemos en los linderos de la pobreza extrema, de la deserción escolar y universitaria, de la carencia de servicios básicos, de atención a la salud pública y de la inseguridad ciudadana, hemos retrocedido a la misma situación de hace veinte años atrás. Agravada por la expansión del narcotráfico, del control territorial donde el Estado no tiene presencia y que ha devenido en acciones propias de un Narco Estado que promueve y ejecuta Terrorismo de Estado para tener a la ciudadanía sumida en el miedo.

Bolivia es desde hace años considerada como un territorio donde no hay Estado que garantice la lucha contra el narcotráfico. Nos enteramos a diario sobre cargamentos de droga, provenientes de Bolivia, por países limítrofes, quienes han hecho saber que no tienen confianza en la política nacional, para intercambiar información, por el grado de penetración que tienen los narcotraficantes en ella.

El presidente Arce como Morales anteriormente, justifica y protege a sus ministros involucrados en hechos de corrupción, aún cuando se realizan interpelaciones que tienen el voto para su destitución no lo hace, en clara muestra de complicidad con lo actuado.

Si esto no se tipifica como conducta penal, propia de una organización criminal, ¿Qué podría ser?

 

 

 

 

 

 

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