BOLIVIA EN LAS GARRAS DEL ESTADO NARCO
POPULISTA

Se hace cada vez
más evidente el camino que nos están sembrando a los bolivianos para que
vayamos como en procesión hacía el final de un destino que no estamos buscando.
La crisis económica
que estamos confrontando no tiene soluciones, al menos por ahora. Y la falta de
respuestas de un gobierno débil programáticamente y enfundado en una ideología
ajena al sentir nacional hace que Bolivia vaya por aguas oscuras y senderos
poco santos.
Después de 14 años
de gobierno el MAS IPSP agrupación liderada por los cocaleros ha construido
desde las bases ideadas por el castro-chavismo un Estado Narco-Populista,
diseñado desde las elecciones como forma de acceder al gobierno, pasando por la
toma de los órganos de Poder, reformando la Constitución Política, creando un Estado
Plurinacional y convirtiendo al territorio en comodato de los carteles de la
droga.
El sueño de los
poderosos narcotraficantes como Pablo Escobar de tener un territorio tomado
desde las mismas bases que la democracia facilita, las elecciones, se ha hecho
realidad desde que Hugo Chávez llegó a ser gobierno en Venezuela. A partir de
ello la extensión del proyecto con la anuencia y dirección de Fidel Castro logró
componer un frente estratégico en el cono Sur y Centro-América.
Quien no tenga este
origen claro, tiende a confundir realidades. Y no son pocos los que caen en el
error de confundir las cosas. Si bien el diseño y planificación de este modelo
tiene origen político, sus resultados son delincuenciales, puesto que acaban
tomando el Estado para servir los intereses de las transnacionales de la droga.
Es lo que explica el desprecio por el respeto a la ley, la vida y el derecho de
los pueblos.
Se levanta la
bandera de la pobreza como justificación para establecer el predominio del
Estado que detentan contra esos mismos pobres a los que mantienen e incrementan
para sostener su relato. En Bolivia el ascenso de Evo Morales al gobierno el
año 2005 dio paso a uno de los más cruentos episodios nacionales signados
además por la bonanza económica sin precedentes que le permitió durar 14 años
en el gobierno.
Bolivia una
economía alimentada por la minería y el gas, vendidos como materia prima a los
mercados externos es desde su creación un país atrasado y dependiente. Nunca
pudo romper la dependencia de los mercados agregando valor a sus exportaciones.
No pudo industrializar la minería y tampoco el gas. Hasta ahora sus líderes
siguen repitiendo los discursos y promesas de hace 196 años. Industrializar la
economía y con ello empoderar al Estado como el gran hacedor en la provisión
del consumo nacional elevando, de esta manera, el nivel de vida.
Desde los años 2008
hasta el 2014 Bolivia se vio favorecida por la elevación de los precios de las
materias primas y con ello del gas y la minería. Tuvo ese tiempo para resolver
lo que no hizo hasta entonces. Se calcula en 50 mil millones de dólares los ingresos
percibidos, que pudo establecer las bases de esa industrialización si la
economía hubiera sido direccionada con probidad y eficacia hacia ese objetivo.
En vez de ello el gobierno de Evo Morales enfundado en la ideología
castro-chavista hizo demagogia pura en el gasto de esos recursos construyendo
canchas de futbol, aeropuertos en zonas innecesarias aparentemente pero muy
provechosas para la comercialización de la droga, carreteras baratas en sus
costos y caras en sus precios, empresas dedicadas al papel, al cartón, a la
hoja de coca, al ensamblaje de computadoras, a la fabricación de azúcar en
lugares que no tienen producción de caña. De todo esto lo más dramático es el
gasto en proyectos derivados del gas. En plantas procesadoras de líquidos, de
urea y amoniaco, polietileno, sin ningún resultado.
Dejó una economía con
déficit fiscal, comercial, y elevado endeudamiento externo e interno. Este es
el resultado final para los bolivianos del proyecto castro-chavista. Cuando
quiso Evo Morales ir por una cuarta reelección, negada por un referéndum el año
2016, para lograr su propósito acudió a la confección de un fraude denunciado
por la OEA como veedor electoral invitado por él mismo. Se produjo un
levantamiento popular que lo obligó a exilarse en México y luego refugiarse en
la Argentina: estrategia diseñada por asesores cubanos, para planificar su
retorno a Bolivia.
Este plan funcionó.
Aunque la ley no le permitió, como Evo Morales quiso, participar en calidad de
senador, repitiendo lo actuado por Cristina Fernández en Argentina, colocó como
delfín a su ministro de economía Luis Arce.
Los tremendos
errores de la presidenta Añez que no quiso asumir el gobierno en su calidad de
transición, en el que pudo haber desconocido, por la comisión del fraude y sus
efectos jurídicos, la constitución de 2009 que:
1. Reemplazó a la Republica de Bolivia por el Estado Plurinacional.
2. Que sometió al control del poder ejecutivo a los poderes judicial,
legislativo y electoral.
3. Que violó su propia constitución y desconoció el referéndum del año
2016.
4. Que judicializó la política, ajusticiando a extranjeros, encarcelando
sin el debido proceso a políticos opositores, a ciudadanos que tenían funciones
cívicas, que exilió a miles por no estar de acuerdo con su política.
5. Que destrozó la economía nacional.
Reconociendo la
Constitución Política del año 1967, reformada el año 1994, clausurando la
Asamblea Nacional y sus Tribunales Judiciales, es decir devolviendo el Estado
de Derecho y la democracia plena, para ir a un proceso electoral que no
estuviera viciado por los hechos de 2019. Fue lo que permitió a Evo Morales
retornar en calidad de vencedor.
Este error
fundamental, la tiene ahora encarcelada sometida a ultrajes personales y
judicializada sin el menor respeto a sus derechos. Este es el resultado de
confundir al castro-chavismo como si fueran organizaciones políticas que
respetan las leyes y el Estado de Derecho, que no es otra cosa que el respeto a
la ley.
Y ahora Bolivia
está en las garras de la continuidad del Estado Narco-Populista. La América
democrática tiene que difundir esta realidad, esta verdad, tiene que apoyar los
esfuerzos de la lucha democrática que los bolivianos estamos enfrentando. El
gobierno no tiene el sostén social que dice tener, igual que Maduro en
Venezuela pregona un apoyo mayoritario, Evo Morales repite lo mismo a horas de
haber perdido las Alcaldías mas importantes: La Paz, El Alto, Cochabamba, Santa
Cruz, Beni y Pando y seis gobernaciones, ¿de que apoyo popular goza entonces?
A falta del
decantado apoyo popular van por el uso de la fuerza, la creación de sindicatos
armados, la sumisión plena de las Fuerzas Armadas y la Policía, la persecución
judicial de la oposición y la imposición del modelo castro-chavista definido
por el presidente Arce como el modelo al que piensa encaminar a Bolivia.